Mantener una fachada limpia no es tarea fácil, y es importante realizarla, ya que dice mucho del edificio y de la actividad que se desarrolla en él.
Existen una gran cantidad de factores o condicionantes que afectan a la superficie de los edificios. Cuando llueve, las partículas de suciedad que se acumulan en la superficie, son arrastradas hacia el interior del edificio y son capaces de penetrar en el interior de este, en ocasiones, incluso debilitan la estructura.
Contratar un servicio de limpieza adecuado es fundamental para tratar de la mejor manera la superficie del edificio, al igual que contratar el método de limpieza correcto resulta esencial para evitar la erosión de los materiales y los daños.
El tratamiento no debe ser del todo abrasivo si se trata de paredes, ya que lo que se busca con esto, es reblandecer la suciedad para que se desprenda evitando que esta se disuelva y penetre más aún.
En cambio, las fachadas policromadas pueden ser limpiadas con aparatos de ultrasonido. Se trata de un sistema que elimina la suciedad a través de ondas, sin dañar el material base.
Si lo que buscamos no es limpiar, sino impermeabilizar la fachada, existen ciertos productos que se encargan de tapar el poro del material, impidiendo que, otros elementos químicos como los sprays de graffiti, no puedan adherirse a la fachada.
Erpisa, empresa referente en el sector de mantenimiento con microesferas en fábricas y mantenimiento con granalla en industrias recomienda hacer limpiezas periódicas en las fachadas de los edificios para mejorar su estética y mantenerla libre de suciedad.
